27 de noviembre de 2021

El sueño del celta, Mario Vargas Llosa


Si digo la verdad, y es algo que me gusta hacer ya que considero que la mentira, junto con la infidelidad, es lo peor que le pueden o puede hacer una persona, Mario Vargas Llosa nunca ha sido santo de mi devoción. 
Siempre me ha producido cierto rechazo, no entendí que le dieran el Nobel y sigo sin entenderlo. 
Aunque está clarísimo que lo merece por su gran trayectoria y, qué diablos, es un gran escritor, pienso que hubo competidores que, tal vez, se hubieran adecuado más a la magnitud y a la finalidad del premio. 
Me transmitía un no sé qué insoportable que ha hecho que hasta hace muy poco no me abriera a su literatura, y el causante de que lo hiciera ha sido este libro. 
Lo recibí como regalo de un amigo invisible en un canal de IRC donde solía prodigarme, y al principio me chocó un poco dado mi poco interés hacia el autor, pero decidí leerlo, y lo cierto es que me gustó, así que aquí le hago un huequito en mi anaquel virtual para mostrároslo a vosotros que me seguís. 
En este libro, Vargas Llosa nos narra la historia de Roger Casement, un hombre que, adelantado a su tiempo y cónsul en el antiguo Congo Belga, es el primer occidental que denunció las brutales torturas, vejaciones y abusos que se llevaban a cabo en este reducto colonial de un país que no lo permitiría en su terruño original. 
Es un hombre de contradicciones, producto de su época y contrario a la misma, que se ve condenado por sus creencias y acusado en vano por defender la que erige como su causa. Es paradójico. La verdad es que, no sé si inconscientemente, identifico al literario Casement —casi biográfico— con el escritor. 
Si por algo se caracteriza Vargas Llosa es por señalar con dedo acusador a regímenes contrarios a su particularísimo sentido de la política. 
Lo cierto es que no se puede negar que combina la realidad con la ficción de una forma magistral, y, al margen de que pueda estar más o menos de acuerdo con sus intereses, debo reconocer que es una muy buena obra, pero que de no ser por el tema que casi parece recortarse de otros libros anteriores, modificando detalles de aquí y de allá y cambiando determinadas localizaciones geográficas podría catalogar de fantástica e indispensable. 
Juzgad vosotros mismos.

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