12 de septiembre de 2019

La ciudad de las bestias, Isabel Allende


Revolviendo entre mis libros —algo que suelo hacer con bastante frecuencia sin ningún motivo en especial, si bien ahora ocurre que lo estoy haciendo porque estoy limpiando la estantería para hacer sitio— y soplando un poco de polvo de sus cubiertas he vuelto por un momento a mi adolescencia más ansiosa de comprensión y libertad. Esta necesidad se vio compensada por parte del realismo mágico, y en este caso fue de la mano de mi queridísima Isabel Allende.
Este libro que hoy nos ocupa es el primer título de los que conforman «Las memorias del Águila y del Jaguar», una trilogía que me dio la posibilidad de volar y correr en mi mente aventuras que de otro modo me habrían estado vedadas.
En este tomo, el primero, insisto, los protagonistas toman contacto. Es la Amazonia la que conforma el telón de fondo y donde se crearán las historias entre mitología y folklore que se confunden con la propia realidad.
Alex es un niño que, por circunstancias familiares, acaba viviendo con su excéntrica abuela Kate, una periodista especializada en viajes que le tiene preparada una sorpresa, una expedición a la selva amazónica en busca de una bestia que, en principio mitológica, es más real que el aire que respiran.
Como compañera tiene a Nadia, una joven autóctona, y como ayuda para encontrarse un chamán cuyas palabras pueden resultar exasperantes por ambiguas, pero que esconden siempre una enseñanza que adivinarán con mentes privilegiadas.
En esa selva descubrirán mundos mágicos no tan lejanos del que ellos consideran real: dioses mitológicos, olvidados a causa de sus civilizaciones devastadas, que siguen vivos y se hacen notar, sus animales totémicos —que dan nombre a estas Memorias— que les ayudarán en momentos cruciales y la maldad y la ambición de la gente que no ve más que negocio en asuntos que inspiran una paz casi religiosa.
Entrevemos El Dorado en las descripciones de Allende, y hace suyo al lector con momentos tragicómicos, con personajes perfectamente caracterizados en cuanto a físico y psicología en una novela, en una trilogía, con una sencillez asombrosa y sorprendente.

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