27 de noviembre de 2020

La mujer del viajero en el tiempo, Audrey Niffenegger


Mi interés por el viaje en el tiempo viene alimentándose desde hace mucho, mucho tiempo, no es algo nuevo, y siempre que puedo leo o veo todo lo referente a ello, ya sean cavilaciones extrañas, textos que, como este, indudablemente conllevan parte de ficción, películas, experimentos... imagino que es ya algo inherente a mí y a mi curiosidad. 
Y fue precisamente a través de una película, fantástica y desquiciante, por cierto, que llegué a este libro. Buscaba información referida a ella, dio al viaje en el tiempo y llegó a esta obra de Audrey Niffenegger que me era desconocida pero que ha resultado ser un descubrimiento bastante interesante.
Se nos narra la historia de una pareja, Clare y Henry, aparentemente anodina, pero que guarda una terrible carga. 
Él, debido a un desorden genético, posee el don o la carga de viajar adelante y atrás en el tiempo; la carga aparece porque es involuntario, él no sabe cuándo pasará, ni adónde irá, aunque esto fomenta que aprenda técnicas de supervivencia básica, ya que siempre llega desnudo. A pesar de que busca medicamentos o técnicas usadas con más o menos éxito, aparentemente no hay ninguna solución a su problema, y los estímulos exteriores le "fuerzan" a viajar.
En este trasfondo que, personalmente, a mí me atrapó completamente, está la historia de amor de esta pareja, que parece predestinada a encontrarse y a acabar juntos, pero que a la vez tiene pendiente sobre ella la incertidumbre de lo que pasará. Tras varios intentos fallidos, posiblemente debido a esta anomalía genética, tienen una hija, a la que se le trasmite este desorden, aunque ella parece controlarlo más y mejor que su padre.
Aunque parecerían dos historias paralelas, la de él y la de los dos, lo cierto es que están muy ligadas, básicamente porque, a mi parecer, es esta anomalía la que les une, el eje principal de la pareja. 
Me gusta porque plantea temas que han traído de cabeza a la humanidad tales como la contraposición entre libre albedrío y determinismo, la búsqueda de una normalidad que no se tiene y lo perenne.
A mí, Clare, la protagonista, me recuerda a Penélope, esperando a Ulises en su palacio. La diferencia radica en que Clare sabe que Henry no tardará tanto, pero la incertidumbre es la misma.

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