11 de agosto de 2021

El club de la lucha, Chuck Palahniuk

 1.- La primera regla del Club de la Lucha es: Nadie habla sobre el Club de la Lucha.2.- La segunda regla del Club de la Lucha es: Ningún miembro habla sobre el Club de la Lucha.
3.- La tercera regla del Club de la Lucha es: La pelea termina cuando uno de los contendientes grita "basta", desfallece o hace una señal.
4.- La cuarta regla del Club de la Lucha es: Sólo dos hombres por pelea.
5.- La quinta regla del Club de la Lucha es: Sólo una pelea cada vez.
6.- La sexta regla del Club de la Lucha es: Se peleará sin camisa y sin zapatos.
7.- La séptima regla del Club de la Lucha es: Cada pelea durará el tiempo que sea necesario.
8.- La octava regla del Club de la Lucha es: Si esta es tu primera noche en el Club de la Lucha TIENES que pelear.  

Revelador y turbador a un mismo tiempo, ¿verdad?
Podríamos extraer miles de enseñanzas de este compendio de normas que Chuck Palahniuk recoge en su primera obra publicada. 
A pesar de lo que pueda parecer, por la violencia, se transmite honor, lealtad y hasta una disciplina en ocasiones necesaria, aunque luego acabe por irse de las manos. 
Nuestro narrador es nuestro principal protagonista, un hombre que odia su trabajo, descubrir fallos en modelos defectuosos y las indemnizaciones a fallecidos, es un perfecto consumista, dada su capacidad adquisitiva y el entorno capitalista en el que se desarrolla, pero padece de insomnio debido al estrés de su trabajo y a los constantes viajes a lo largo y ancho del mundo que debe hacer por su empleo; así que buscando una solución a este insomnio que realmente le supone un problema en su vida, acude a diferentes terapias aunque no las necesite, aconsejado por su médico, para que vea qué es sufrir de verdad y no es sorprendido hasta que conoce a una joven, Marla, que llega a odiar y con la que llega a repartirse las terapias para no coincidir. 
En un momento dado conoce a Tyler Durden, el personaje prototipo de nihilista, que subsiste gracias a trabajos nocturnos bastante malos y que le permiten llevar a cabo sus "travesuras" con total impunidad, y gracias a él surge otro tipo de grupo de apoyo, «el Club de la Lucha».
Algo que me pareció curioso fue que esta obra surgió como un reto. 
En principio, Palahniuk llevó una novela a una editorial, «Monstruos invisibles», y se la rechazaron por perturbadora, así que decidió hacer una que disgustara aún más al editor de turno, pero ocurrió justo lo contrario, se la publicaron.
La verdad es que llevaba tiempo queriéndoos traer esta joya de la ultraviolencia, porque, a mi parecer, es casi una heredera de «La naranja mecánica», salvando las pertinentes distancias. 
Aunque parezcan diferentes, las motivaciones, en última instancia, son las mismas, sentirse grandes, fuertes y, sobre todo, liberados, como si la violencia fuera el leitmotiv de sus anodinas vidas. 
Y, al final, ambas perturban tanto al lector que consiguen que se replantee casi su existencia, no con el fin de acabarla, sino de remodelarla. 
No en vano, en una de mis películas fetiche, «Donnie Darko» ya se afirmaba: La destrucción es una forma de creación.

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