De nuevo elijo a Alan Moore, teniendo de compañero esta vez a Eddie Campbell, para recomendaros un nuevo cómic.
De la mano de ellos dos nos trasladamos a la Inglaterra victoriana, en la que la vida de casi nadie valía nada a pesar de que, poco a poco, se iban haciendo nuevas concesiones que costaron mucha lucha y mucha sangre.
Entre los que se consideraba que tenían vidas valiosas encontramos a una nueva clase pujante derivada de la Revolución Industrial, la burguesía, aunque obviamente ya llevaba cierto tiempo haciendo su aparición en el panorama de clases, y ya sabemos que por mucho poder o dinero que se tenga, siguen siendo movidos por los mismos impulsos que asaltan al resto de los humanos, por los mismos instintos que los del trabajador más miserable y desharrapado.
Es al auspicio de esta sociedad decimonónica que se forman sociedades secretas —o discretas— que pretendían buscar más allá de la trascendencia humana y en las que se agrupaba la flor y nata del país en el que se encontraban.
En este caso Moore y Campbell trazan una teoría —aunque por teoría no es menos probable— acerca de la identidad de Jack el Destripador, algo que aestas alturas me temo que nunca se sabrá, y que pronto, por desgracia se acabará olvidando. Junto con la teoría de de la identidad ambos ilustran los crímenes de una forma muy cruda y sórdida, casi tanto como en la misma época, y cimentan los asesinatos cometidos en una conspiración fabulosa entre los masones —demasiado vilipendiados desde su origen— y el propio poder de la Casa Real británica de la época para ocultar el matrimonio católico del potencial heredero del príncipe de Gales y el consecuente nacimiento de una niña cuya existencia se presupone —aunque técnicamente su desaparición y la de su madre no fue tan violenta— que darían al traste con la Iglesia Anglicana tal y cómo se la conoce, fundamentada en el protestantismo, ya que el papel de cabeza de la misma está destinado al propio monarca.
Se hizo una película homónima que protagonizaba Johnny Depp, y a pesar de que me gustó en el momento en el que leí el cómic que hoy he decidido traeros reconozco que, aunque en las bases sí se puede identificar la historia, lo cierto es que no tiene demasiada relación, omitiendo aspectos importantes de la historia gráfica.
En cuanto llegó a mis manos este cómic pasó a ser de mis favoritos precisamente porque contempla una posibilidad tan válida como cualquier otra y la argumenta de forma fantástica, y porque, qué puedo decir, el misterio, los crímenes y las investigaciones me pierden.
Quizá algún día se descubra quién fue el verdadero asesino de esas mujeres que, según cuenta la historia, guardaban un secreto que podía afectar a los cimientos del propio país, unas mujeres cuyo mayor crimen fue no tener un oficio mejor y nadie que las protegiera y se vieron abocadas a ser las víctimas de un asesinato terrible e injusto, quizá uno de los crímenes más famosos de todos los tiempos y uno de los que más literatura ha generado.
Que se plasmara en un cómic no iba a ser la excepción.
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