8 de marzo de 2020

El voto femenino y yo: mi pecado mortal, Clara Campoamor


Resultaba impensable que un día como hoy en el que se celebra el día internacional de la mujer no trajera precisamente a quien hizo tanto por nuestros derechos, por los de todos sin importar género en última instancia con sus actitudes políticas, en este país y a quien tan olvidada se ha tenido fuera de determinados círculos si no era para criticarla por haber sido una adelantada.
Clara Campoamor fue crucial para una época convulsa en la que se rompía con el pasado de forma radical -quizá ahí residió el gran error, el carecer de una pauta y poner todo patas arriba de buenas a primeras, si hubiera sido más paulatina su implantación, quién sabe- y lo primero era instaurar derechos, el sufragio universal de verdad, no sólo el masculino, o el divorcio, por ejemplo, y abolir barbaridades, como la pena de muerte, y en este ensayo con tintes de autobiografía se justifica y plasma en forma de letra todo aquello por lo que luchó, lo que le supuso y a lo que la llevó su interés porque todo el mundo fuera igual a los ojos de las leyes.
La verdad es que hace un maravilloso repaso a todo lo que fue su lucha y a lo que llevaba paralelo, los cambios que se habían producido en un país que, a mi pesar, no estaba preparado para una modificación tan brusca de régimen.
Clara Campoamor no idealiza lo que ha defendido y que, después, se desbordó, sino que critica lo que ella considera un error y quizá esta sea la causa por la que ha sido tan olvidada por parte de aquellos que, tal vez, estuvieron ahí gracias a ella. Creo que precisamente este sentido de la crítica es el que la hace realista, no adoctrina, sino que plantea lo bueno y lo malo para que, en una hipotética vuelta, no se repita aquello que la llevó al desastre en una primera hora.
La mejor forma que se me ocurría de reivindicar este día, que dejará de ser necesario una vez haya una verdadera igualdad y no una descafeinada como tenemos ahora —aunque es obvio que hemos avanzado mucho, aún quedan barreras y rescoldos por superar— era traeros a otra mujer que supuso un revulsivo para su tiempo precisamente por lo avanzada que era, por sus ideas y porque, aunque todo estaba en su contra, no desistió y luchó por lo que creía sin importarle las consecuencias.

No hay comentarios: