15 de mayo de 2020

El nombre del viento, Patrick Rothfuss


Ya llevaba unas semanas sin traeros algo de fantasía épica, un género en el que me empecé a perder desde muy muy jovencita, y que me trae siempre buenos recuerdos. 
En el fondo, siempre seré una jugadora de rol frustrada por no encontrar en la ciudad grupos con los que prodigarme, y la manera que tenía, al principio de mi periplo fantástico-heroico, de sumergirme en estos temas que me resultaban tan lejanos y de tan difícil acceso era la de leer libros que tratasen de estos menesteres. 
Hace algunos años descubrí esta trilogía que da comienzo con el que os traigo hoy —parece que últimamente sólo os traigo trilogías—, sin embargo, para nuestra desgracia, o por lo menos la mía, no se sabe cuándo concluirá o si concluirá; sin embargo, este libro me procuró mundos totalmente nuevos en un género en el que pensaba que lo había leído todo. 
Patrick Rothfuss es maravilloso, y nos trae, en un mundo basado en mi adoradísima, y, por qué no, idealizadísima Edad Media, la historia de Kvothe, un polifacético hombre en el que se mezclan realidades tales como la música, lo aventurero y la leyenda —lo que viene siendo un bardo o rapsoda al uso— que regenta una posada bajo un pseudónimo para no revelar su verdadera identidad. Allí, un escritor le suplica que le cuente su historia, y tras ciertas reticencias, accede, con la condición de que sea sólo en tres días. 
En su relato converge el mito, el pícaro, y una especie de lentitud hecha a propósito por el autor para ir abriendo boca, y después, el grueso de la historia, donde los monstruos mitológicos empiezan a surgir, donde la magia se hace realidad y las batallas sangre. 
Así comienza, grosso modo, una novela tan larga que tuvo que ser dividida en tres tomos y el relato autobiográfico de un hombre que, buscando en sus recuerdos, trae al presente viejas luchas, pillerías y momentos que hacen las delicias del lector, por su forma de narrar tan cercana —no en vano es una especie de autobiografía— y a la vez tan puramente descriptiva, tanto que consigue, aun en recuerdos, llevarnos adonde se desarrolla la acción con brillantez. 

1 comentario:

Mando dijo...

Hace poco una amiga me lo recomendó... y ufff, una novela tan genial que odiaría ver como la hacen película (sí, soy de esa gente de poca fe en Hollywood). Y aún no puedo conseguirme la segunda parte, en todos lados se agotó de repente.