4 de mayo de 2020

La bodega, Noah Gordon


Si hoy os lo traigo es un poco por cumplir una suerte de promesa que adquirí cuando me propuse publicar «El médico» de Noah Gordon
Y os preguntaréis, ¿si te lo propusiste por qué no lo has hecho todavía? Precisamente para abriros un poco el abanico literario de Gordon, porque no solo se encuentra «El médico» entre sus obras y porque la verdad es que es un escritor que me gusta, así que me da cierto coraje que solo se le reduzca a una novela.
En un principio reconozco que me costó abordarlo, porque cometí el pequeño error —bajo mi opinión— de leer la contraportada del libro. 
Centrándose como se centra en la enología y en la viticultura, pensé que iba a encontrarme un alegato a favor de la consumición del vino, de la que no tengo nada en contra, pero es que no me gusta el vino como bebida. Sin embargo, me decidí a sumergirme en sus páginas y qué equivocada estaba. 
Recordad lo terrible de los prejuicios. 
Aparte de estos temas, que parecen ser las pinceladas sobre las que se sustenta la historia, encontramos otros mucho más trascendentales y mucho más del estilo de Noah Gordon, con una especie de clichés muy propios que evocan momentos felices de otras de sus novelas.
Josep Álvarez es un joven que tiene que huir a Francia por motivos políticos, por un complot en el que no ha participado voluntariamente y del que tiene que pagar las consecuencias. Allí descubre de mano de un francés en el histórico Languedoc el arte del vino y su elaboración, y tiene algo así como una revelación que, a la muerte de su padre y pese al evidente peligro que puede correr regresando a un país donde sería represaliado, le lleva a tomar las riendas de la bodega familiar para conseguir de ellas el mejor caldo que pueda obtener poniendo en práctica los conocimientos que ha adquirido durante el exilio, algo que le costará sudor y sangre por las dificultades con las que se encuentra debido al dinero y al terreno y que se convertirá progresivamente en su obsesión.
Con esta base y con el trasfondo de la zona donde se desarrolla, su bodega y Santa Eulàlia, y sus habitantes, se desarrolla esta historia que, a decir verdad, me resultó muy interesante. Aparte de lo que a simple vista vemos, Gordon nos introduce, por decirlo de alguna manera, en la historia del momento, una época convulsa y difícil que no hacía la vida más llevadera, y eso, a mis ojos, la hace ganar muchos puntos.

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