27 de diciembre de 2019

Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Haruki Murakami

He decidido que sea esta novela la que casi nos dé paso al fin de este año porque a veces me gustaría ser ese pájaro del que habla, si bien reconozco que no precisamente el que da cuerda al mundo: ya he tenido demasiada responsabilidad para mis hombros y ahora quiero, necesito, elegir mis responsabilidades futuras.
Este es uno de esos libros donde la realidad se difumina y se aleja de lo real, y los sucesos extraños e inexplicables quedan de la mano de lo surrealista para acercarse a lo mundano, que, lejos de ser el remanso de certeza, nada parece tener sentido y no se puede encontrar lógica coherente a la mayoría de situaciones.
Los sueños parecen imperar y son estos y las ocurrencias oníricas que se van sucediendo las que nos guiarán entre las letras de esta novela del eterno aspirante al Nobel Haruki Murakami, y la verdad es que la mejor recomendación que puedo haceros si decidís leerla es que os dejéis llevar, olvidándoos de todo lo que creéis saber y habéis aprendido a lo largo de vuestra vida. 
Esto, a mi parecer, es imprescindible.
Esta vez es la vida —y la búsqueda desesperada de su sentido, una búsqueda en la que todos en cierto modo estamos embarcados con mayor o menor fortuna— de Tooru Okada la que nos cuenta a lo largo de sus páginas. 
La confusión le atrapa y parece ser esta misma confusión la que le lleva a dejar su trabajo en un alarde de radicalidad inusitada. Como consecuencia de este acto, o, por lo menos, esa es la impresión que nos llevamos como lectores, su gato —animal indispensable como sabréis en la obra de Murakami— y, posteriormente, su mujer desaparecen, y es tras estos hechos que Tooru Okada se lanza en su búsqueda intentando entender lo sucedido, pasando de una realidad normal y prácticamente rutinaria a una sucesión de personas y actos impensables si no vienen de la pluma de Murakami. 
Los símbolos, la prostitución, la historia velada que nos muestra si leemos entre líneas y metáforas nos muestran cómo pueden influir los hechos pasados en el presente de las personas; la incertidumbre, la irrealidad y la confusión vuelven a hacer acto de presencia en una novela que te invitará a dejarte atrapar, que hará, a veces, que te replantees lo vivido para considerarlo de otra forma haciéndote dudar. 
Y qué mejor forma de ir acabando un ciclo para empezar otro, ¿no creéis?

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