5 de diciembre de 2019

La piel desnuda, Pati Blasco


Cuando me frustro seriamente, y me refiero a la hora de escribir, paso horas sentada delante de la hoja en blanco en el ordenador o en el cuaderno intentando que surja algo, aunque sea una sola frase para, en ese momento o más adelante, desarrollar la idea y avanzar en lo que yo llamo cariñosamente «mi cadena literaria», pero eso es otra historia.
La que hoy nos ocupa, salida de la pluma de Pati Blasco, es una pequeña delicia de las que te encuentras un día sin saber muy bien por qué pero que no puedes dejar de releer con cierta frecuencia a lo largo del tiempo. 
Ángel es un escritor que pasa por una crisis y mientras se dirige a su casa atropella a Sofía, y de un modo deleznable se da a la fuga sin más, desapareciendo del escenario. Sin embargo, carcomido por la culpa y asaltado por los remordimientos, decide volver para comprobar si Sofía ha fallecido o no, aunque en realidad ha quedado en un coma profundo.
Es a partir de este hecho que decide urdir una estratagema, una mentira enorme, la de crearse una suerte de personalidad alternativa con la que se introducirá en el círculo familiar de su víctima y, como pasa en estos, casos, se va haciendo la bola más y más grande hasta que se hace insostenible, pues al final tendrá que perseguirse a sí mismo y ocultar a los ojos de la familia de Sofía que es él el verdadero culpable del estado de la susodicha y no los que ellos temían, un asesino que la perseguía desde hacía tiempo por la investigación que llevaba a cabo acerca de los abusos policiales de la frontera con Marruecos. 
Este libro me ha resultado muy interesante desde el punto de vista psicológico el carácter de Ángel, nuestro protagonista. 
Por un lado es el héroe, quien se ha erigido como paladín y pilar fundamental en el clan que rodea a Sofía y que, a pesar de todas las adversidades padecidas, sigue siendo un entorno cariñoso y esencialmente bueno que no se olvida de los malos momentos de los demás, ayudándoles en su experiencia, pero por otro es el que la ha llevado a la situación crítica actual, el verdadero culpable al que busca ese mismo clan que tan cariñoso sabe ser y al que quieren hacer pagar por haberse dado a la fuga y haberla dejado entre la vida y la muerte. 
Esta situación le lleva a sufrir una ansiedad bestial que, si bien podría considerarse merecida como si fuese una especie de purga, delimita al personaje con maestría.
Creo que este y no otro es el eje principal de la novela junto con los temas como la inmigración y la situación de las asociaciones que ayudan a este colectivo, si bien sirve como respaldo a la trama y la compensa de alguna manera.
Pati Blasco da al respecto otro punto de vista, el de los que les persiguen por querer reivindicar y hacer ver todo el sufrimiento que padecen tanto en sus países de origen como en el de acogida, un padecimiento que les lleva a querer buscar algo mejor no solo para ellos, sino también para sus descendientes.
Y el mayor problema es que olvidamos que los que tuvimos que escapar una vez fuimos nosotros y no comprendemos, o no queremos comprender, lo que se debe de sufrir cuando se toma una decisión así. 

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