14 de octubre de 2020

Niebla, Miguel de Unamuno


Hoy el tiempo me ha recordado a esta fantástica novela. 
No es que hiciera niebla, pero había algo de atípico —es evidente— en todo ello, y me hizo pensar y rebuscar en las tablas de mi memoria hasta que encontré este texto que muchas veces me ha calmado transportándome a un mundo ajeno pero cercano a la vez.
Y es que de la mano de Miguel de Unamuno surge esta maravillosa novela, su nivola, porque es novela pero no lo es, porque se aparta de las características habituales y porque, a pesar de todo, no forma parte del amplio espectro que mantenía la novela realista de finales del siglo XIX en el que vivió nuestro autor. 
Precisamente es este término, y no otro, el que subtitula la novela que hoy he elegido.
Es la historia de Augusto Pérez, un hombre normal, abogado y fascinado por el ajedrez que está atormentado, una vez muere su madre, por un enorme conflicto interior que le lleva a pensar en el suicidio, a pesar de tener una vida más o menos resuelta, por la herencia de su madre muerta, viuda y ricachona, y el amor que, al principio, encuentra en la joven Eugenia, y que a la vez será la gota que colme el vaso. 
Es con esta duda sobre el suicidio —tan poético y propio de la época justo anterior— que acude al propio Miguel de Unamuno, donde se sucede una profunda revelación metafísica tomando el autor el papel de Dios y el asentamiento de las bases de la filosofía unamuniana, revelándole que no es sino una creación y que todos, todos, habremos de morir. 
La rebelión contra su existencia, o su no existencia, queda patente cuando muere, o desnace, finalmente, pero antes habrá un compendio de situaciones más o menos dispares en las que las dudas existenciales parecen jugar con ventaja la partida.
Creo que, además de las evidentes revelaciones de las que hace gala y el planteamiento de las dudas existenciales antes mencionadas, es un perfecto ejercicio de autoconocimiento y rebeldía en tanto que el conformismo se cierne sobre el protagonista y él intenta escapar. 
Es todo un rechazo, una declaración de intenciones que se hará patente en cada una de las palabras de la nivola. La filosofía que impregna toda la obra la hace reflejo de las luchas contra contra uno mismo, las peores y más cruentas que pueden existir.
Un libro imprescindible.

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