25 de mayo de 2021

El lejano país de los estanques, Lorenzo Silva

 

Hace unos años, más de los que a veces pienso o quiero pensar, entraba a un canal de IRC de literatura, y, en una de esas ocasiones, Lorenzo Silva hizo aparición para tener un encuentro con nosotros, y fue a raíz de este, en el que tuve oportunidad de interactuar con él, que conocí su obra más profundamente y me dediqué a leerla.
Fue en esos días de descubrimiento donde vi que se había prodigado en el delicioso terreno de la novela policíaca, un terreno que me fascina. Así que me dispuse sin más dilación a dejarme llevar por su prosa. 
Habiendo leído ya «La flaqueza del bolchevique» —que os traeré más adelante—, supe que no podía decepcionarme, y así fue. 
Este libro de sugerente título —me encanta, me hace evocar y recordar mundos exóticos y olvidados— es el primero de la saga del sargento Bevilacqua y la agente Chamorro, que, en esta ocasión, comienza con el cadáver de una extranjera aparecido en una urbanización mallorquina. 
Ambos, complementándose, uno por su experiencia y la otra justo por lo contrario, deberán descubrir cuál es el motivo de ese asesinato y qué conlleva, y os aseguro que es mucho. En la obra, Silva nos descubre el mundo que todo conocemos pero que no queremos admitir. 
El de la desidia, el de los trapicheos, la promiscuidad y lo oscuro en definitiva. 
Un mundo de vicios que corrompe y deja al descubierto lo peor de una sociedad que pretende ser civilizada pero que se deja llevar por sus más bajos instintos, y no es que esté mal, de hecho, me parece perfecto que cada cual haga lo que le plazca con su cuerpo y con el de las personas que les dejen, lo que no está tan bien es que acaben surgiendo situaciones extraordinarias como esta, que deriva en asesinato. 
Lo que quizá me gustó más fue el humor que desprende toda la novela, pese a lo severo que otorga el género policial. 
Está presente en gran parte de las situaciones, y esto constituye una corriente de aire fresco hacia todo este género. Gravedad y humor se pueden combinar de manera perfecta y en esta saga está la prueba. Si sois de los míos, de los que prácticamente morís por este tipo de novela, estoy convencida de que os fascinará hasta el punto en que lo hizo conmigo. 
Veréis qué grande es el manejo de la prosa de este hombre y qué grandes son sus hijos literarios. 
Disfrutaréis.

No hay comentarios: