4 de agosto de 2018

Arrugas, Paco Roca


Si recordáis cuando empecé con esta nueva etapa con el blog y os traje Ardalén os comenté que me lo recomendó un amigo mío que tuvo a bien regalarme nombres de libros y cómics que os iré trayendo poco a poco, porque sería irresponsable por mi parte que no os dejarais llevar por todas esas maravillas. 
Entre todas esas recomendaciones que me hizo y, por suerte, aún hoy en día me hace, me dio a conocer a Paco Roca, autor de esta novela gráfica que os traigo hoy, Arrugas, y de muchas más que vendrán con el tiempo, porque de verdad que son libros insoslayables y necesarios para aprender más del mundo y de nosotros mismos. Aprovechando que hoy es su cumpleaños vamos a ponernos sentimentales y disfrutar de esta pequeña maravilla.
A Emilio le meten en una residencia porque empieza a dar síntomas de que su cabeza ya no es la que era, se pierde en sus recuerdos y ya la realidad no es su realidad, y su familia no puede proporcionarle los cuidados necesarios debido al trabajo y obligaciones, y en la residencia el panorama es desolador.  
A través de los personajes que viven en ella se muestran las realidades que viven los ancianos, pasando desde el olvido propio, el olvido ajeno, el uso y la tristeza, la infinita tristeza de quienes se saben olvidados. Sin embargo no todo es malo, a su retorcida manera también hay amor, de una forma u otra, y se muestra en la ternura y en el humor —de verdad— con que están ilustrados los personajes. Y de algún modo eso también da esperanza, porque aunque sí que es cierto que está toda esa vertiente negativa en esa residencia muchos encuentran la familia que merecen y necesitan y no la que les ha tocado. Y también hay lugar para... llamémoslo maldad o aburrimiento mal encauzado.
Al fin y al cabo, mayores o no, todos somos humanos. 
Además de los sentimientos de los ancianos que viven en la residencia muestra la realidad de estas en lo que se refiere a personal y medios. Muchas veces son insuficientes para prestar la atención debida, y esto confiere una dificultad adicional a las circunstancias, que ya son suficientemente terribles per se. 
No os voy a engañar y deciros que es una historia fácil. La verdad es que lo único que tiene de fácil es lo sencilla que es de leer, quizá porque se te mete dentro y acabas bebiéndotela y queriendo más, pero me parece necesaria en los tiempos que vivimos, aprendiendo de los pequeños trucos que contienen sus páginas, disfrutando una historia que en el fondo es la historia de cada vida vivida; el pequeño truco que empieza por entenderlo todo porque se ha querido a alguien y cómo se va cambiando debido a esto. 
Este cómic no trata de juzgar a nadie, cada familia tiene sus circunstancias y sus necesidades. Este cómic trata de que las relaciones humanas no se acaban cuando cumplimos un propósito vital o determinados años, trata de que sigue haciendo falta, quizá más que nunca, el cariño y la humanidad cuando se acerca el fin del camino, un camino al que, después de todo, acabaremos llegando todos antes o después. Conviene no olvidarse. 
Os dejo con la frase introductoria que eligió Paco Roca para que penséis en ella: "La nube no desaparece, se convierte en lluvia", y para quien me la recomendó deseo que sirva esta entrada como felicitación.

1 comentario:

Bettie dijo...

Arrugas es maravilloso. Lo he utilizado en clase, también la peli, y siempre resulta muy interesante. Y con ella tengo uno de mis primeros recuerdos fantásticos como profe. Ains, que me pongo más ñoña...