9 de junio de 2020

La séptima cruz, Anna Seghers


Algo que me gusta de la carrera que he estudiado —obviamente me gustan muchas cosas más— es que a pesar de mi patente bibliofilia casi obsesiva, de vez en cuando consigue descubrirme nuevos horizontes en cuanto a libros se refiere.
En las asignaturas de literatura, es donde más fuente de renovación encontraba, y eso que, a pesar de lo que pueda parecer, en principio siempre he mostrado bastante reticencia hacia la literatura —no a la lectura. Me parecía tediosa, sin sustancia, y de vez en cuando sigue atacándome cierto desasosiego para con ella, pero todo se relaja en el momento en que me da la oportunidad de descubrir pequeñas joyas que me habían permanecido ocultas, bien por ser libros poco conocidos en el país, bien porque creo que según la zona proliferan determinadas variantes literarias.
Fue en una de estas asignaturas que nos ocupan que encontré el nombre de Anna Seghers, y, entre los libros que mencionaban, vi este que os traigo hoy. 
Al principio, y dado el título, supuse que sería una especie de alegoría o de "homenaje" —no sé explicarlo de otra manera— hacia la Iglesia. Después, leyendo su sinopsis, me sorprendí gratamente. 
Era una alegoría, sí, pero no referida a lo que yo pensaba. Ni siquiera supuse la carga política que destila cada página, cada palabra, de esta fantástica novela tan hija de su tiempo.
En la Alemania del nazismo, en 1936, siete hombres consiguen escapar del horror hecho real en uno de los tantos campos de concentración en los que encerraban a aquellos contrarios a sus horribles actos y diferentes a ellos.
Sólo uno de estos hombres sobrevive, y a través de su huida, de su historia en la supervivencia, Anna Seghers transmite la violencia de aquellos tiempos, la crueldad de aquellos que se creían superiores y la lucha antifascista.
La verdad, es que al margen de la evidente carga política que contiene y de la rama hacia la que se decanta, que puede hacer al lector sentirse más o menos identificado, hace un retrato deliciosamente real y cruel de lo que se vivía en aquellos tiempos, de lo miserable que resultaba la vida para aquellos no adeptos o para los diferentes, de las barbaridades que se hicieron en nombre de una mejora y de una grandeza perdida tras otra terrible guerra.

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