30 de septiembre de 2021

El color de la magia, Terry Pratchett


Hace muchísimo tiempo que tenía ganas de abordar la saga de Mundodisco de Terry Pratchett, porque en esta casa honramos su nombre y su memoria y porque, sin género de dudas, es uno de los más grandes autores de todos los tiempos; y esto lo digo sin que esté sesgada mi opinión: es un hecho comprobable.
La saga de Mundodisco a la que aludía más arriba es una serie de libros que me ha procurado muchas, muchísimas risas. y que descubrí relativamente tarde, apenas hace unos años; pero os diré que he hecho todo lo que estaba en mi mano para resarcirlo y resarcirme al mismo tiempo. 
En un tono paródico en el que los casticistas del género fantástico pudieran llegar a considerar como una vil injuria hacia tan interesante temática encontramos un delicioso mundo en forma de disco, sostenido por cuatro elefantes que tiene en su caparazón Gran A'Tuin, la tortuga gigante, lleno de magia, troles, dragones y seres sobrenaturales, y humor, mucho humor. 
Esta novela que os traigo hoy es la presentación de la saga, aunque, realmente, hay diferentes subsagas, o, más bien, diferentes arcos argumentales con sus diferentes protagonistas y sus novelas correspondientes. 
En «El color de la magia» encontramos un poco el inicio, lo que nos descubre lo que será este fantástico universo poblado por criaturas y situaciones inverosímiles. Y, a la vez, es el primer libro del arco de Rincewind — un mago que ni siquiera está licenciado en la Universidad Invisible al haber sido expulsado por un pequeño accidente con uno de los más poderosos libros de magia dejado en la tierra por el mismísimo Creador— y el primer —y tal vez último— turista de Mundodisco, Dosflores, que va acompañado de su Equipaje a Ankh-Morpork en busca de aventuras y de conocimiento. 
Paradójicamente, esta es una ciudad de mala muerte, en la que el crimen y la delincuencia pululan a sus anchas regidas por Lord Vetinari, el Patricio, que considera que, ya que en la ciudad hay tanto delito, pues por lo menos que pague impuestos. 
Esta ciudad se rige por el fabuloso sistema democrático de "un hombre, un voto". Como habréis supuesto, el hombre es el Patricio y el voto es el suyo. 
La verdad es que, como digo, me llegó tarde, pero en cuanto lo leí ya no quise dejarlo, y eso que son un total de cuarenta y una novelas, cada una más maravillosa que la anterior, con detalles, comentarios y múltiples referencias que van desde el mismísimo Shakespeare a la Mitología pasando por el escándalo de Watergate de Richard Nixon. 
Con esta reseña os invito a que, por lo menos, probéis a leer esta. 
Estoy convencida de que pronto querréis más.

2 comentarios:

Chemosh dijo...

Y no olvidar los libros complementarios a las novelas, como el Nanny Ogg's Cookbook, de cuyo plato Venitari's Bread & Water soy fan.

Manjo ExLibris dijo...

De hecho, lo tengo. No en papel todavía, pero tienes razón en que las recetas son muy buenas y que ese en concreto es de lo mejor.
Me alegra mucho verte por aquí, Chemita.